sábado, 2 de agosto de 2014

¡QUÉ POCA VERGÜENZA!

   Más de quinientos millones en Andorra, según la policía, tienen los Pujol. Más de 1.800 millones mediante otros vínculos. Al final, calculan que el montante último entre operaciones, propiedades y paraísos fiscales alcanza los 3.000 millones de euros.

¡¡¡Tres mil millones de euros!!! ¡¡¡Quinientos mil millones de pesetas!!! QUINIENTOS MILLONES POR MIL VECES. Tendrán poca vergüenza. Así decía yo que algo estaba pasando cuando ya no llego ni a fin de mes. Así decía yo que algo fallaba cada vez que veía a pobres familias mendigando. Algunas buscando en los contenedores. Así decía yo que algo ocurría cada vez que veía a centenares de miles de jóvenes preparadísimos emigrando a otros países. ¡Tendrán poca vergüenza!

Pero pongo la mano en el fuego, mejor, pongo las dos manos y el corazón, a que iguales cantidades y por el mismo negocio del hurto, la manipulación, la extorsión, las amenazas, las subvenciones, los chanchullos y la cara más dura que el cemento, tienen otros muchos señores gobernantes y de la alta sociedad. Todos apoyados entre ellos, todos unidos como los tres mosquesanguijuelas, todos chupando de los pezones de la vaca del desorden interesado, las divisiones, las tiranteces y las ideologías políticas.

¡Qué poca vergüenza! Qué poca vergüenza también los poderes del estado. Todos. El gobierno y los gobiernos autonómicos, los diputados serviles y aborregados, los senadores vestidos con las túnicas de sosiegos, los jueces y fiscales… que nada o muy poco hacen. Y a los que pretenden hacer se les hace la vida imposible. Y es que en el fondo, más o menos, de alguna manera, casi todos andan pringados. “Amigo Lázaro, engañado me has, porque te has comido las uvas de tres en tres. ¿Qué cómo lo sé si soy ciego? Pues en que yo las comía de dos en dos y callabas.” Mentira que es.

Ahora, los Pujol andan escondidos en distintas mansiones de lujo situadas en los Pirineos. Sólo hay que esperar a que pase la tormenta. Que será rápida. Después, todo quedará olvidado. Vendrán en cualquier caso algunos abogados puestos de acuerdo a envolver el pastel en papel de aluminio y todos tan contentos. La cosa no era para tanto. Se nos dirá. Y yo tendré que escribir un nuevo artículo en este blog pidiendo perdón. Y al tiempo, por si queda algún entristecido, para alegrarlo, la economía, se nos informará, está mejorando. Ya en lugar de seis millones de parados, hay sólo cinco millones novecientos noventa mil. No está mal. Y a todo esto, como un sorbo de esperanza, el Madrid y el Barça camino de ganar alguno de los dos la Champions League y la Selección Nacional de Baloncesto la copa del mundo. Y nada, al bar para celebrarlo. Pero cuidado, ya sabes, si bebes no conduzcas, nada de enfados, nada de insultos, nada de revoluciones…, porque si se te sales lo más mínimo de la raya marcada se te cae el pelo. Que tú eres un mindundi, amigo. ¡Qué poca vergüenza!