jueves, 27 de febrero de 2020

"DEJAD QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN A MÍ"


En los últimos años he vuelto a mostrar un gran interés por los libros destinados a los niños y niñas, sobre todo porque me interesaban en relación con mis nietos.

Y aparte de comprobar que los referidos a los cuentos tradicionales seguían siendo los preferidos, he entendido que otros muchos, más modernos, tal vez para no complicar demasiado las cosas, se presentan más que dirigidos a los peques medianamente inteligentes, normales, a peques de muy bajo nivel intelectual, como tratándolos de bobos. Gran error.

Pero me he llevado también una triste decepción, y es la de observar que apenas hay libros para niños escritos en poesía. Y de los pocos que hay, casi todos son de estrofas o poemas sacados de los poetas clásicos y en especial de Gloria Fuertes, siempre con sus rimas fáciles y sus temas cotidianos.

Y se me ocurrió la idea de escribir un libro de poesía para ellos, que aportara otro punto de vista y tratara temas de valores que los formara mejor. Y así compuse algunos  referidos a la amistad, la escuela, la paz, el compartir, la alegría, la vida, el planeta…, y la fe, siempre tan importante en mi vida.

 Pero el llegar a este apartado, sentí la necesidad de dedicarle no ya un conjunto de poemas, sino un libro entero. Un libro que hablara de lo que no se suele hablar a la hora de tratar este tema y es de suma importancia hacerlo.

Porque me duele ver que se les aburre a los pequeños en las escuelas, en las catequesis, en los templos y en las casas cuando se pretende que crean. Porque a los niños no hay que hablarles de la Iglesia, el clero, el Papa, las partes de la misa, los sacramentos, los mandamientos, los santos, el catecismo…, a los niños de lo que se les tiene que hablar sobre todas las cosas es de Jesús, de Jesús de Nazaret, del Señor, de Cristo, para que conociéndolo, lo amen y amándolo, lo sigan. Después, todo lo demás vendrá por añadidura y sin cansar.  

Y así surgió este libro que acabo de ver recién salido de la imprenta: DEJAD QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN A MÍ.

Un libro que consta de treinta y seis poemas referidos a la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, completado con bellas ilustraciones de Raquel Huerta. Y que pretende llegar al corazón de todos los niños y niñas que pueden tenerlo en sus manos, pero de manera especial al alma de los que se encuentran enfermos o heridos por el cáncer en hospitales, clínicas y parroquias.

Costeada la edición generosamente por Hematología S.L.P. de Córdoba, que dirige el doctor José Ramón Molina Hurtado, mi hijo, no busco la comercialización ni la venta, sino la evangelización desde el pequeño talento que he recibido, y siguiendo el mandato del Señor, por lo que el libro será regalado a pequeños heridos que no rechacen tenerlo, y si alguien mayor que no ha dejado de ser niño lo quiere tener y desea adquirirlo, el poco beneficio que deje repercutirá también en esos niños delicados de salud, y nunca para nuestro propio bolsillo.

Y esta es mi satisfacción: saber que he plasmado mis poemas de fe más sencillos en un libro para niños y cuantos se sienten niños, sin buscar más riqueza que la de darme a los demás y ayudarlos. 

Gracias a cuantos habéis hecho posible que vea la luz.

martes, 11 de febrero de 2020

LA NECESIDAD DE UN GRAN TEATRO PARA ÚBEDA


Me alegra saber que se van a gastar 60.000 euros para mejorar la accesibilidad del Teatro Ideal Cinema. Mejoras que vendrán a renovarlo y hacer que la cultura llegue más fácilmente y con menos dificultades a las personas.

El Ideal Cinema, inaugurado en 1926, bajo el nombre de Teatro Rey Alfonso, es un espacio escénico que fue en su día todo un lujo para nuestra ciudad. Después se convirtió en cine y más tarde en discoteca. Para reconvertirse nuevamente en teatro hasta nuestros días.

Un teatro, la verdad, que, como todas las cosas, los años lo han envejecido y lo han ido dejando obsoleto para las nuevas escenografías. No obstante, como joya de nuestra cultura, debe conservarse como símbolo que guarda en su corazón infinidad de acontecimientos y representaciones teatrales, tan extraordinarias que han hecho grande a nuestra historia.  

Es por esto que estamos obligados a no cesar en el empeño de reivindicar lo que la ciudad pide a voces: un nuevo espacio escénico, con toda la luminotecnia y el sonido modernos, climatización, gran amplitud de embocadura, butacas cómodas, amplia capacidad, insonorización adecuada… Donde se puedan llevar a cabo importantes montajes, óperas, conciertos sinfónicos, actuación musicales…

Esto daría a nuestra ciudad una impronta que la confirmaría en el mundo de las artes. Nuestros espacios culturales son pocos y pequeños. El Auditorio del Hospital de Santiago es distinguido, pero de poca capacidad y menos todavía después de la remodelación. El Salón de la SAFA, adecentado recientemente (qué lástima que no se hubiera hecho antes), tras dejar de representarse ahí las obras de la Asociación Maranatha, porque ya era indigno en todos los sentidos, está bastante bien para acoger ciertos actos y eventos, pero continúa con grandes insuficiencias para compañías de élite, al no poder contar con verdaderos camerinos y no disponer de un adecuado fondo de escenario.

Hay que luchar por conseguir para nuestra ciudad un gran teatro. Yo he soñado muchos años en que me tocaba la primitiva y lo mandaba construir con capacidad para miles de personas y escenario giratorio con el que minimizar los tiempos entre actos. Pero los sueños, como las flores, con el tiempo, acaban vencidas por la desesperanza.   

Mas los jóvenes no deben rendirse. La ilusión y el coraje están de su parte. Y tienen que movilizarse y presionar para que el dinero de los ubetenses, salido de grandes impuestos, sea mejor administrado, evitando se gaste en tantas subvenciones, tan poco equitativas como propagandísticas, y tanto pan y circo que solo busca la alabanza fugaz y la compra de votos, y se asigne y disponga de una partida importante para, junto a otras ayudas oficiales, hacer realidad el proyecto.

Otros pueblos más pequeños lo han conseguido. De este modo, el Ideal Cinema quedaría como segundo lugar escénico, coqueto, con sabor romántico, para funciones de menor envergadura escenográfica… Y para que, de paso, todos los grupos teatrales locales, con obras sin mucho montaje, puedan tener acceso a él fácilmente. Y digo todos, y no como hasta ahora, que al no haber nada más que un teatro, para algunos siempre está ocupado y, cuando no, todo son inconvenientes a la hora de actuar en él. Para otros, sin embargo, siempre está libre y todo son facilidades cuando llega el momento de usarlo.

Cosas de la política y de quienes rodean a los políticos. ¡Qué le vamos a hacer!