En los últimos años he vuelto a
mostrar un gran interés por los libros destinados a los niños y niñas, sobre
todo porque me interesaban en relación con mis nietos.
Y aparte de comprobar que los
referidos a los cuentos tradicionales seguían siendo los preferidos, he
entendido que otros muchos, más modernos, tal vez para no complicar demasiado
las cosas, se presentan más que dirigidos a los peques medianamente
inteligentes, normales, a peques de muy bajo nivel intelectual, como
tratándolos de bobos. Gran error.
Pero me he llevado también una
triste decepción, y es la de observar que apenas hay libros para niños escritos
en poesía. Y de los pocos que hay, casi todos son de estrofas o poemas sacados
de los poetas clásicos y en especial de Gloria Fuertes, siempre con sus rimas
fáciles y sus temas cotidianos.
Y se me ocurrió la idea de
escribir un libro de poesía para ellos, que aportara otro punto de vista y
tratara temas de valores que los formara mejor. Y así compuse algunos referidos a la amistad, la escuela, la paz, el
compartir, la alegría, la vida, el planeta…, y la fe, siempre tan importante en
mi vida.
Pero el llegar a este apartado, sentí la necesidad de dedicarle no ya un conjunto de poemas, sino un libro entero. Un libro que hablara de lo que no se suele hablar a la hora de tratar este tema y es de suma importancia hacerlo.
Porque me duele ver que se les
aburre a los pequeños en las escuelas, en las catequesis, en los templos y en
las casas cuando se pretende que crean. Porque a los niños no hay que hablarles
de la Iglesia, el clero, el Papa, las partes de la misa, los sacramentos, los
mandamientos, los santos, el catecismo…, a los niños de lo que se les tiene que
hablar sobre todas las cosas es de Jesús, de Jesús de Nazaret, del Señor, de
Cristo, para que conociéndolo, lo amen y amándolo, lo sigan. Después, todo lo
demás vendrá por añadidura y sin cansar.
Y así surgió este libro que acabo
de ver recién salido de la imprenta: DEJAD QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN A MÍ.
Un libro que consta de treinta y
seis poemas referidos a la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo,
completado con bellas ilustraciones de Raquel Huerta. Y que pretende llegar al
corazón de todos los niños y niñas que pueden tenerlo en sus manos, pero de
manera especial al alma de los que se encuentran enfermos o heridos por el
cáncer en hospitales, clínicas y parroquias.
Costeada la edición generosamente
por Hematología S.L.P. de Córdoba, que dirige el doctor José Ramón Molina
Hurtado, mi hijo, no busco la comercialización ni la venta, sino la
evangelización desde el pequeño talento que he recibido, y siguiendo el mandato
del Señor, por lo que el libro será regalado a pequeños heridos que no rechacen
tenerlo, y si alguien mayor que no ha dejado de ser niño lo quiere tener y
desea adquirirlo, el poco beneficio que deje repercutirá también en esos niños
delicados de salud, y nunca para nuestro propio bolsillo.
Y esta es mi satisfacción: saber
que he plasmado mis poemas de fe más sencillos en un libro para niños y cuantos
se sienten niños, sin buscar más riqueza que la de darme a los demás y ayudarlos.
Gracias a cuantos habéis hecho
posible que vea la luz.