sábado, 23 de septiembre de 2023

EL REY DESNUDO

¿Saben aquel que dice que en un país no muy lejano vivía un rey que vestía ropajes que solo veían las personas inteligentes? Pues ya he descubierto, después de muchos años dándole vueltas, que ese reino es el nuestro.

Y es que en estas tierras del sur ha tenido lugar el gran desfile del gran día. Y miren por donde, nuestro gran rey de la parafernalia ha dicho de salir a la calle para mostrar orgulloso su majestuoso nuevo vestido que sus superlistos sastres le han confeccionado y que solo pueden ver no ya los inteligentes, sino los muy inteligentes.

Y al hacerlo, en medio de grandes exclamaciones de admiración y asombro de todo el pueblo, han aparecido unas pocas voces expresando que el rey lo que va es desnudo. Y para qué la que se ha liado. No solo las autoridades han salido en tromba contra esos cuatro bobos, sino todo el mundo, hasta los analfabetos de la escuela de no he leído un libro en mi vida pasando por novelistas de todo a cien, poetas del régimen, intelectuales serviles, periodistas apesebrados, actores de la subvención, artistas del andeyocaliente, palmeros de corcho, chupópteros de pacotilla…, y como no, ministros y ministras y ministres con secretarios, subsecretarios, directores, asistentes, ayudantes, chóferes, limpiabotas y demás enchufados del gobierno.

El rey va desnudo, dicen. ¿Pero es que no ven? ¿Están ciegos? ¿Cómo pueden decir eso? Qué imbéciles son los pobres. No saben valorar las preciosas telas que cubren el elegante, escultural y gracioso cuerpo de su majestad, deberían estar todos ellos en la cárcel, qué digo en la cárcel, desterrados cuando no aniquilados.

Qué pena que un país como España tenga todavía ciudadanos tontos incapaces de ver los sublimes vestidos que cubren al gran rey. Toda una humillación y una vergüenza que nos hacen sufrir además ante los demás países que nos contemplan con envidia.

Vestido como ese, por poner unos pocos modelos, de la enseñanza de la Ley Celaá. Una joya puesta en marcha que acaba con contenidos, evaluaciones, promociones, memorización, valores, responsabilidades, mérito, esfuerzo… ¡Grandioso el rey!

O como ese del feminismo oficialista, que todo lo que toca lo embarra y lo concluye en guerra mujer-hombre. Hasta el fútbol lo han convertido en campo de batalla, división y empacho.

O como ese de la amnistía, que borra toda mancha de pecado sin necesidad de confesarse, y dará lugar a recibir a otro gran rey sobre alfombra roja con varias líneas amarillas que también llegará ataviado con un impresionante traje que todos podrán apreciar y que cubrirá una ropa interior de oro que verán en especial los suyos separatistas que luchan por la independencia de sus bolsillos para seguir viviendo por siempre del cuento chino sin dar golpe.

O como ese de “avance y progresismo”.  Ese que el rey se pone cada vez que quiere cometer una tropelía. Hago esto para gobernar en pro del avance y el progreso. En aras de una sociedad avanzada y progresista. Por el bien de seguir avanzando y progresando. Pacto con etarras, golpistas, delincuentes, ladrones, aprovechados, corruptos… para seguir avanzando y progresando en el avance y el progreso… Y no falla, es vestirlo y todo el pueblo al unísono suelta una exclamación exorbitante: ¡Ooooooooooohhhh!, sin percatarse de que con tanto avance y tanto progreso lo mismo nos damos una buena castaña sin cura.

O como ese tan mágico que hace horroroso el vestido que ayer parecía bellísimo. Ese del viejo no pactaré… al nuevo yo pacto. Del viejo todos somos iguales, al nuevo es mejor ser desiguales. Del viejo bildu es hijo de eta a bildu es primo de zumosol. Del viejo erc rufianesco, tuertuoso y temible al nuevo erc lobo con piel de cordero. Del viejo pnv es de derechas y vengo a recoger las nueces y cobrar, al nuevo pnv es de izquierdas y las nueces las recoges tú por lo guapo que eres y lo guay, y ya me pagarás multiplicado. Del viejo con encajes y pasamanería de ministra vocinglera quien se mueve sale en la foto, al nuevo, dos días más tarde, redondo se salió del marco.

O ese, por mostrar uno que sea graciosillo, de color pepeísta que pide hablando en eusquera en el congreso que no se hable eusquera en el congreso y añade, ante las mofas críticas de algunos grandes modistos, la orla de que a él nadie le puede impedir hablar en el idioma que quiera…, mientras anda pidiendo a los demás que solo se hable en castellano. Y al final, hartos de reírse, todos con pinganillos en las orejas. Este vestido es para que el pueblo se ría también a carcajadas y más si encima una perla de la sisa se equivoca de color al votar para ser cosida… Y dicho y hecho: ja,ja,ja,ja,ja… a coro, para acompañar al jajaja del rey.

Y para qué seguir con los vestidos del monarca, todo un armario lleno, toda una casa, todo un país. Vestidos de todas formas y colores, tamaños, diseños, tipos, tallas, precio…

¿Pero el pueblo español de veras ve al rey vestido? La respuesta es todo un enigma. El pueblo se acerca, mira, deja escapar su admiración ¡oooooohhhhh! para que no le compliquen la existencia, echa una papeleta de vez en cuando en una caja y se va a llenar los bares, que la vida es breve, blancanieve.

martes, 5 de septiembre de 2023

DEL FALSOFEMINISMO Y OTROS DESQUICIAMIENTOS

Definitivamente nuestra sociedad está desquiciada. Aquí ya no queda ni un solo valor, ni un gesto de verdadera honestidad, ni una mueca de responsabilidad.

Los maestros del presenten ya no son los que nos enseñaban antaño en las aulas de las escuelas. Los maestros de ahora andan, cual fantoches, por la televisión, las redes sociales, la prensa, la radio…, todos vendidos a compradores poderosos, dispuestos a convertir la noche en día, haciendo de tripas corazón, comulgando con ruedas de molino excusándose en la necesidad de que tienen de comer, sin una pizca de comprensión, ni de misericordia, ni de justicia. La carne, amigo, los filetes.

Y salen a cazar cuales perros palmeros y serviles acompañando a sus amos que van revestidos con el ropaje de la hipocresía y llevan las escopetas cargadas de ideologías políticas cada vez más radicalizadas y extremistas…, y pobre la presa que se cruce. 

Y ahí los tenemos (como en la foto de ABC de IOSU ONANDIA). Sobre los campos del poder, los padrones de la gloria pasajera y los llanos de lujo. Cazadores que incluso cazan a hombres y mujeres que se suponían íntegros, cabales e incorruptibles… Y una vez apresados se vuelven también las voces de sus amos, muñecos de cartón, cazadores a su vez de animalillos y pájaros humildes…, como esos ministros y demás altos cargos que eran admirados y ahora están desprestigiados por estar manchados de porquería hasta las cejas. Cazadores que mienten, que engañan, que hacen negro lo blanco, que si tienen que vender a su madre y la venden sin escrúpulos, y si tienen que vendar España, la venden sin reparo…, porque, además, ¿qué es España? Y si no, pregúntenselo a doña Yolanda Díaz, capaz hasta de ir a Bruselas a concretar el precio con el mayor prófugo de la historia.

Cazadores ciegos de ideología negativa, como esas y eses del clan falsofeminista, que nos han vuelto locos. Primero porque uno ya no sabe si es hombre o mujer, o mediopensionista, si no estaré en un cuerpo equivocado, si no hubiera sido mejor ser lo que no creo ser, si la culpa es mía por no haber probado para saberlo eso que los carcas nos han estado prohibiendo con sus ridículas estrecheces pecaminosas. Falsofeministas que hacen leyes terribles favoreciendo a degenerados criminales, que todo lo ven desde el ángulo del sexo, del que están obsesionadus, donde uno ya tampoco sabe qué hacer ante una mujer, por ejemplo, que te presentan, no sea que la mires más de cinco segundos y te declaren un lascivo, cuando no un agresor sexual visionario, aunque ella vaya vestida de Eva. Nada, guardar silencio y cerrar los ojos. Y cuidado con lo que dices, que te estamos vigilando. Cuidado, porque si no coincide con lo que nosotros decimos, te la cargas.

Pero hay más, como el duro, forzado, largo y apasionado morreo, en la entrega de medallas del campeonato mundial de fútbol, de un tal Rubiales, presidente impresentable, garrulo y poco transparente, a una tal Jenni, inocente y casta jugadora, por lo que le ha costado al hombre agresor el cargo, después de haberlo ordenado los cazadores, ayudándose de los perros adiestrados, manipulándonos de tal manera que no hemos tenido en cuenta siquiera la más elemental presunción de inocencia, introduciéndonos en el redil de la condena casi a muerte, sin rechistar, abducidos por el ignominioso crimen cometido, convenciéndonos de que todos somos Jenni. ¡Otra cosa que yo no sabía!

Y para colmo viene otra cazadora, pin, Pam, pun (seguramente partiéndose de risa por los estúpidos que somos todos) y nos dice a las ovejas que nada de besos, de ningún tipo, que no deben darse de ninguna manera, ni pequeños ni grandes, ni en la boca ni en las mejillas. ¿Pero que abuso machista es este? La mano y si acaso, o mejor, la punta de los dedos y sin pasarse. Se aconseja una ligera inclinación de cabeza con los párpados caídos. Vamos, ni los inquisidores de la más oscura iglesia medieval, que se están quedando a su lado en mantillas.   

Y aquí no dimite nadie, ni se va nadie de los cargos, ni se inmutan. Ni aunque hagan el más espantoso de los ridículos. Como el seleccionador nacional de fútbol, que aplaude a rabiar a Rubiales y luego, cobarde y traidor, se baja los pantalones y dice como un corderillo pusilánime y tristón que se equivocó, que quiere seguir en el privilegiado cargo de mandar a los grandes jugadores…, pero ¿con qué autoridad, con qué cara, con qué disciplina, con qué ejemplo? Y lo mismo con ciertas mujeres jugadoras, que se propusieron echar a su seleccionador y al no lograrlo se negaron a ir al mundial, y tras ganarlo las “reservas”, no sé cómo se las han apañado unas y otras y las de más allá hasta lograr finalmente echarlo a la basura pese a haberlas hecho campeonas del mundo mundial. ¡Pobre hombre! Vaya una manera de embarrar el gran éxito alcanzado. Vaya daño que unos y otros han hecho al fútbol en particular y al deporte en general. No pocos son los que van a dejar de interesarse por él y verlo. No pocos son los que se van a borrar de este deporte y de otros muchos, porque a este paso de falsofeminismo alocado, ciego y radical, hasta es posible que a los pocos aficionados que queden los obliguen a ir a los partidos de mujeres y les prohíban ir a los de hombres, tan machistas ellos. Ya están empezando a conseguirlo, por lo pronto se andan manifestado pidiendo la igualdad de ganar lo mismo que Vinicius o Messi. Y yo también, no te digo, yo también quiero ganar lo mismo, ¿o es que yo no tengo derecho? Que yo también sé darle patadas a un balón y he llegado incluso a debutar en el Úbeda C.F. Y si hace falta me transexualizo, que la pasta es la pasta y además quedo como de dulce. Pues eso.