viernes, 19 de septiembre de 2025

POBRE Y DESGRACIADA PERSONA

Cada vez es más complicado escribir en España. En cuanto expones el primer párrafo ya te han catalogado política y socialmente, ya te han colgado la etiqueta de lo que vales.

Lo mismo ocurre en otras muchas artes. Frente a esta situación y mirando el panorama que nos rodea, antes de dar el primer paso tienes que pensar bien los fines, las metas que pretendes. 

 

Si alguien quiere ser honesto, coherente, justo, libre…, y crítico, y fiel a sí mismo, puede expresar su arte acerca de lo que considere, sabiendo de antemano que no llegará muy lejos ni levantará cabeza.  

 

Si lo que se pretende es llegar arriba, que te publiquen, que te subvencionen, que te abran salas de exposiciones, que te organicen conciertos, que te otorguen premios directos, que te conozcan, te aplaudan y ganar mucho dinero…, solo tienes que ponerte al día y entrar de lleno en el terreno de wokismo. No hay otra.

 

Aquí, desde hace mucho tiempo, esta ideología, que es de izquierdas, manda y se impone, aunque gobierne la derecha. Por lo que el aprendiz de artista ha de informarse bien antes de adentrarse en el mundo de la expresión y las artes. 

 

Y ha de aceptar y convencerse de que es un buen paso comenzar tratando el tema de la guerra civil, viéndola con las gafas de un solo color, donde los que no piensan a la manera de ellos, fascistas todos, son los malos malísimos. Así que una buena novela y una buena película, sería tratar el conflicto entre hermanos –por muy trillado que esté ya el tema– y dejar por los suelos a los nacionales, rebeldes, golpistas, meapilas, fachas de tomo y lomo…, y presentar con todo lujo de detalle los atroces crímenes que estos cometieron, los destrozos que ocasionaron, la sed de venganza que llevaron a cabo tras la injusta victoria, y alabar y ensalzar la grandeza de los vencidos, su valentía, su alegre guerrear, su alto amor por el bello comunismo, todos ellos grandes, todos ellos cultos, todos ellos nobles, todos ellos san…, iba a decir santos, pero no, sería un error, porque a los “santos” de madera los quemaron junto a las iglesias, que ardieron por sí solas, y a los “santos” de carne los fusilaron aunque con balas de pétalos de rosa. Las malas balas, las de plomo y terror, solo las usaban los otros que tenían que haber tragado los asesinatos, revoluciones, corrupciones y desordenes que se cometían y los resultados de las elecciones ganadas por el Frente Popular, aunque hubieran sido fraudulentas, como bien lo han demostrado los historiadores Manuel Álvarez y Roberto Villa. Ah, y que no falte en la trama el toque LGTBI, el aborto libre, el suicido eutanásico, el sexo a la primera con quien se presente, la ridiculización del catolicismo…, la avanzada ideología de género, …, soy hombre pero me siento mujer y viceversa, o mejor, no sé lo que soy, y si hay algún conflicto entre países ponerse del lado de los que odian y persiguen el cristianismo, porque antes la media luna, la estrella completa, los rapados, los naranjas, los que pasan, los que de nada entienden…, antes todo eso que la maldita cruz que solo ha traído muerte y retraso en la historia, cortando el progresismo…. Lo que, por lo visto, no ha sucedido en esas otras naciones, donde todas aquellas que se han mantenido firmes en la fe de otras religiones sin cruz y sin panes ni peces, han alcanzado las más altas cimas de la paz y del progreso, por lo que nadie de los que habitan allí quiere dejar su tierra para venir a la nuestra, la infiel occidente, tan cutre y lóbrega. 

 

Y en pintura y en escultura y en danza…, y hasta en música hay que adentrarse también en las mismas tendencias y modernismos, lo que manden los de izquierdas, que para eso tienen la superioridad moral y la patente de corso. 

 

Y mientras tanto, la derecha, vamos, los que no están tan radicalizados en lo woke, con sus muchos complejos y temores, de rodillas, como pidiendo perdón por existir y no pensar igual, o no pensar en todo igual, pasando por el aro. Y si te declaras públicamente contrario, como les ha sucedido a numerosos youtubers en América Latina y hace días a Charlie Kirk en la Universidad del Valle de Utah, en Estados Unidos…, vendrá alguien y te pegará un tiro…, por anticuado, beato, carca, retrógrado, reaccionario, fascista… y genocida. Y no pasará nada, se lo ha merecido, por tonto. 

 

Ya lo ven, queridos amigos del blog, después de leer este artículo tengo claro, ganado por méritos propios, la etiqueta que me colgaran: “pobre y desgraciada persona”. 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 5 de septiembre de 2025

OJALÁ NO LO SEPA NUNCA

¿Pero aquí qué está pasando? ¿Qué ocurre con los mal llamados de izquierdas? ¿Qué pretenden los de derechas? ¿De qué nos hablan los periodistas y escritores del momento? ¿Quién miente? ¿Quién dice la verdad? ¿Quiénes llevan razón?... Y en medio de tanta oscuridad, tanta lluvia amarga, tanta miseria ética y moral…, ya muy pocos saben a qué pertenecen ni que decir ni qué pensar. Entre ellos yo. 

 Porque, por poner un ejemplo, en referencia a la guerra, ¿qué pasa aquí? Hay un acto gravísimo de un grupo radical terrorista contra los israelitas. Matan a más de mil doscientos jóvenes que andan en un concierto y se llevan a cientos de rehenes. Israel responde destrozando Gaza, en poder de los asesinos traidores. Los ataques llegan a ser terribles, llevando a la población gazarí hasta catalogar la respuesta de genocida. Muchos camiones de ayuda humanitaria son paralizados por los mismos de Hamás, como arma para la publicidad, y a los que poco les importa los propios moradores, otros llegan y sálvese quien pueda. La población y los rehenes quedan famélicos, esqueléticos, moribundos. La muerte llena de ruina y cadáveres los campos y ciudades. Espantoso. 

 

Las izquierdas enseguida ponen el grito en el cielo y actúan como si los judíos fueran los únicos malos. Banderas, pañuelos y manifestaciones pro-Palestina. Boicot a la vuelta ciclista a España, sobre todo en el País Vasco, donde los de Bildu y los del PNV se oponen a todo lo que tenga que ver con España, menos con el dinero que chupan, claro, incluso están en contra de la quita a los catalanes y demás comunidades, porque no quieren café para todos, solo para ellos y si son tres tazas llenas mejor, siendo además considerado el hecho por el gobierno actual como digno de respeto democrático. Por contrario si son los demás partidos los que se oponen, de golpistas, antidemocráticos, insolidarios, negacionistas, sublevados, misóginos, homófobos y beatos de misa y mesa para arriba, no hay quien los libre.

 

Y llega la invasión de Ucrania por Rusia. Y silencio de las izquierdas. Que Putin es comunista, de los suyos y, como es bueno, sabe lo que hace. Alguna palabrita, algún gesto menor, para disimular y a ver si pronto se rinden los ucranianos capitalistas y Rusia es más grande y poderosa. Aquí los niños que mueren son menos niños. 

 

Y dicen que son muy pacifistas. Como si los demás amáramos la guerra. De ahí que se opongan a la OTAN, y se nieguen al gasto de armamento. Nada de armas, paz, paz y paz. Pero salen entonces los tres gigantes dictadores del mundo, Putin, Xi Jinping y Kim Jong Un y nos muestran un asombroso arsenal de material de guerra que espanta, mientras dicen que van a ser eternos o, al menos, vivir ciento cincuenta años… y no se mueve una mosca zocata. Como tampoco se mueve un mosquito ante la ideología musulmana, donde la mujer es un cero a la izquierda, los homosexuales una condena a muerte, la Yihad una obligación y el progreso una vuelta al siglo VII. Alá es grande y por él todos con burka y chilaba, ellas de negro riguroso de pies a cabeza y ellos de blanco con rajas en los costados por si acaso... 

 

Y ahora dirán que soy guerracivilista, racista, misógino, homófobo y meapilas. Pero yo les digo que el mundo se vaya preparando porque, desgraciadamente, algo grave se está cociendo bajo cuerda. Europa demanda desesperadamente dinero para armarse, Alemania aprueba la vuelta del servicio miliar y Francia pide a los hospitales que estén listos para la batalla.  

 

Cuando los dictadores comunistas nos pisen las cabezas bajo sus botas ya veremos qué pasa. Ya veremos si los de la falsa izquierda, los que viven del cuento y van en flotilla camino de Israel para parar en una cala de Menorca y divertirse antes de regresar a España de nuevo porque la mar está picada y tiene caries, salen al encuentro de los miles de soldados armados hasta los dientes y les dan una rosa a cambio de tres balas: una en al pecho, otra en la frente y la tercera en el alma que se volvió idiota antes de comerse el caviar y la tarta de queso de la abuela en el restaurante de la sala VIP del aeropuerto de la libertad que ya no tendrán nunca. O tal vez, mojados, los aplaudan a rabiar.  

Mopongo a la guerra. Mopongo a gastar en armas. Mopongo pacíficamente a los fusiles, los tanques, los misiles, las bombas atómicas… Mopongo –palabras de poeta– porque sé que vencerán, pero no convencerán. Mopongo a la violenta…  Pero ¿se opondrán ellos, cuando me apresen, a los que me apresan, defendiéndome para que no pierda mi libertad de vida ni de conciencia…? ¿O dejarán que me corten la lengua, me quemen los ojos y me dejen desnudo tirado en medio de un río de hielo sin orilla?  

 

Ojalá no lo sepa nunca.