martes, 20 de enero de 2015

CISMA EN LA IGLESIA CATÓLICA


La Iglesia Católica anda un tanto revuelta dentro de su seno. Se cuenta que a nivel mundial va perdiendo adeptos. Los templos, en no pocos lugares, andan casi vacíos. Gran cantidad de misas son tan frías como tristes. El amor entre los fieles escaso. Y hay más, la palabra que se predica no concuerda con la coherencia de los hechos, empezando por los mismos sacerdotes, muchos de ellos desilusionados, decepcionados y cansados.

Y ante esta situación más que preocupante, surgen respuestas, comentarios, formas de entender el cristianismo, opiniones para mejorarlo. Unos dicen que todo cambiaría a mejor si se fuera con los tiempos, si se volviera a los orígenes, si la fe se adaptase al mundo. Otros, que ni pensarlo, que la solución está en ser inflexibles, mantenerse en la más estricta tradición, que sea el mundo quien se adapte, que los orígenes es lo que los concilios han ido promulgando y los dogmas declarados. Y Palabras, palabras y más palabras. Y en medio de tanta verborrea, lucha de clanes. Lucha de tendencias. Lucha de grupos. Lucha de congregaciones. Lucha de teólogos. Lucha de periodistas. Lucha de blogueros… Unos son los progresistas, los heterodoxos, los adelantados a su tiempo…, otros los conservadores, los ortodoxos, los retrógrados… Y se llevan a matar. Se insultan entre ellos, se critican, se odian, se amenazan, se denuncian, se persiguen… No hay más que entrar en internet y leer las páginas dedicadas a la religión católica. Da miedo. Todos se consideran poseedores de la verdad absoluta. Y muchos son sacerdotes y religiosos y religiosas y obispos y cardenales… Se llaman, entre otras lindezas: herejes, traidores, luteranos, cristianoprogres, endemoniados, intransigentes, fanáticos, ultramontanos, talibanes…

            Y entre todo ello y ellos, el Papa. ¿Se han dado cuenta? Pobre Papa Francisco. Unos diciendo que es un aire fresco, un renovador, un hombre fiel a Jesucristo, un profeta, un verdadero seguidor suyo, cercano a los pobres, los enfermos, los inmigrantes, los humildes…, un elegido que habla claro del Evangelio, de la misericordia, del perdón, del servicio…, que viste con sencillez, que huye de parafernalias, que dice las cosas claras… Otros diciendo que es un pobre hombre, un desquiciado, un deslenguado, un apóstata, una persona indigna, un antipapa… Alguien a quien los más tradicionalistas y reaccionarios no quieren llamarle Santidad, ni Ilustrísima, ni Reverendísima, ni siquiera Papa Francisco; le dicen despectivamente “Bergoglio”. Alguien a quien desprecian. El otro día, un bloguero, muy católico, apostólico y romano, como el mismo se define, y para quien todo es pecado que lleva irremisiblemente al infierno eterno, escribía: “Rezo y sigo rezando porque su pontificado sea el más breve de la Historia, después, claro está, del de Juan Pablo I”. Habrase visto. Pero, señor católico, apostólico y romano, ¿rezar así no es un gravísimo pecado? Además, ¿no debe ser el Papa, como todo cristiano, un auténtico imitador de Jesús de Nazaret? ¿No es el Papa, también, el elegido por el Espíritu Santo? Pues a aceptarlo, mirarlo y escucharlo entonces con amor y respeto. ¿O es que sólo admitimos la intervención de Espíritu cuando me interesa o se acerca a mis gustos, pensamientos y forma de entender la fe? Lo mismo les digo a los que ahora alaban a Francisco y antes despotricaban sin piedad contra Juan Pablo II y Benedito XVI.

No vamos bien, amigos. Y así nos va. El ejemplo que está dando la Iglesia deja mucho que desear. Ya lo dijo San Pablo: “¿Qué es eso de yo soy de Pablo, yo de Apolos, yo de Cefas, yo de Cristo…, os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos habléis igualmente y no haya entre vosotros cisma…” Pues nada, eso es lo que hay: cisma… Un nuevo cisma, por el momento encubierto, que puede incluso, si se agrava la cosa, hacerse oficial. Y no por verdadera fe y servicio a Cristo, sino por egoísmos, intereses particulares, parcelas de poder, privilegios, salirme con la mía… Un cisma que llega, no porque unos y otros busquen la Verdad…, sino porque en realidad no se ama de todo corazón ni a Dios ni al prójimo.


2 comentarios:

  1. Lo que el articulista deberia hacer creo yo es mojarse y declarar lo que opina sobre los temas d polémica

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  2. Sr.aarticulista, entro en las iglesias y me quedo en un rincon....me asusto de la cantidad de de sacrilegios. y de doctrina NADIE habla...nadie ni de mandamientos , ni de pecados ni de nada y los Sagrarios arrinconados y la Misas de espaldas a Dios de cara al pueblo ,y la cansagracion del vino? <es por vosotros y por muchos....por todos es protestante....La Misa nueva fue obra de un Obispo Mason y de 6 pastores protestantes....EN el mundo hay muchos sacerdotes santos que dicen la Misa en latin como antes del vaticano II.....Osea Cisma clarísimo y de francisco la historia hablara.

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