sábado, 7 de diciembre de 2019

HACIA LA NAVIDAD


                        

                      ¿En dónde Navidad? ¿Cuál el camino
                      que me lleve directo hacia esa cumbre?
                      ¿En qué lugar la hoguera hecha destino                   
                      que tiene que abrasarme con su lumbre?

¿En dónde Navidad?, pregunto al cielo.
Y me muestra una niebla sobre el barro.
Y alentado en mi propio desconsuelo
me adentro en su espesor, hundo mi carro.

Y encuentro aquí la pena y el dolor.
Gusanos que devoran las entrañas
vestidos de progreso y desamor,
tejiendo por la sangre telarañas.

Aquí todo es confuso, sombra oscura.
Y hay aullidos que rajan y enmudecen.
Y manos que se lavan en basura.
Y lluvias de monedas que enloquecen.

Mas nada de parar. Sigo adelante.
En medio de este fango ha de surgir
alguna luna llena, un sol radiante
que dé sentido al hecho de existir.

Y escucho que una vela es luz del mundo
y un Verbo se hace carne al conjugar.
Y dentro del misterio, en lo profundo,
hay un niño que solo viene a dar.

Un pequeño que anuncia un ángel puro
y concibe una sierva del Señor…
Y nace en un establo sin futuro
trayendo amor y amor… y solo amor.

Y me animo en mi empeño de seguir.
Y siento que supero encrucijadas.
Que algo dentro me ayuda a resistir
aun sabiendo vendrán cruces pesadas.

Hay que seguir –me digo–, sin descanso,
desde este oficio enorme de vivir,
dándole a cada río su remanso,
aprendido a mirar, soñar, morir. 

Hay que seguir…, mirar alto, más alto,
hasta alcanzar por fin la claridad:
esa forma de ser, el sobresalto
de saber que encontré la Navidad.




No hay comentarios:

Publicar un comentario