sábado, 10 de abril de 2021

COMO PARA VOLVERNOS LOCOS

Esto cansa y aburre y, sobre todo, agobia.

Este camino que estamos tomando no lleva a buen puerto. Esta casa que estamos construyendo no tiene ni cimientos ni base ni estructura. Aquí todo lo andamos cogiendo con papel de fumar. Aquí, llamar negro a un negro es racismo. ¿Lo es también llamar rubio a un rubio? ¿Y a un blanco, blanco?... Decirle guapa a una chica guapa es machismo. Insistir en invitarla a tomar una copa puede ser acoso. Declarar una mujer, a la que no conoces de nada, que le has dado un golpe es acabar de inmediato en prisión. Pensar mil veces lo que voy a escribir, poner, borrar, volver a poner, cambiar… es la prueba de que uno ya no sabe ni a qué pertenece ni dónde se halla.

Aquí, hay ya creado un ambiente tan a flor de piel que, hay que ver la que se ha liado con el jugador de piel oscura del Valencia que se marchó del campo junto a sus compañeros porque escuchó que otro de piel clara del Cádiz le llamaba “negro de mierda”, pidiendo un castigo ejemplar, cuando este asegura que nunca le llamó “negro”, y diciendo que va a denunciar a quien le llame racista. Y hasta han tenido que contratar a expertos en sonido y lenguaje de labios para aclararlo. Y no han encontrado pruebas. ¿Y qué pasa ahora? Es el jugador del Valencia culpable de falso testimonio y un mal compañero? ¿Es el jugador del Cádiz un racista mentiroso? Y si es cierto que el jugador del Cádiz no le llamó así, ¿quién le quita ahora la etiqueta de racista? De todos modos, ¿y el beneficio de la duda?, ¿y la presunción de inocencia? ¿No habíamos quedado que en un estado de derecho uno no es culpable mientras no se demuestre lo contrario?

Y así en todo. El mundo desquiciado. Víctimas culpables y culpables víctimas. Como ha sucedido en una empresa de mi pueblo, donde ha llegado a suspensión de pagos tras diversas irregularidades, corrupción y robo, y donde un asociado, tras luchar para que se aclaren los hechos y se depuren responsabilidades, ha acabado siendo denigrado, injuriado y maltratado, y no solo por los directivos sino por muchos de los otros socios que hasta le han retirado el saludo, viéndose, finalmente, no solo destrozado al no poder recuperar el dinero invertido, sino hundido al exigírsele pagar lo que no está escrito .

Y si tengo hijos, los trato con todo tipo de mimos y regalos, como a reyes, porque ellos para mí son lo primero, lo más importante de mi vida y por ellos todo. Pero ya llevo no sé cuántas separaciones y no sé cuántas nuevas parejas y no sé cuántas excusas para estar el menor tiempo a su lado.

Y si voy a dar un mitin o una charla en un lugar determinado, como ha de hacerse en democracia sin que a nadie se le ponga impedimento alguno, y unos descerebrados me apedrean, la culpa será mía por ir y no haberme quedado en mi casa haciendo abanicos. Y al día siguiente van además las mujeres y las niñas, y ningún varón, para limpiar con lejía, no la sangre de los heridos en las aceras, sino el polvo invisible que han dejado en la plaza los zapatos de los mitineros.

Y si odio a los demás y siembro odio, proclamo que los demás me odian y están sembrando odio. Y si me pillán con el puñal a punto de atravesar el corazón de mi hermano, es que no entienden que mi hermano me estaba doblando el pulso para que se lo clavara.

Y me llamo antifascista con el puño en alto mientras golpeo, incendio, desprecio, destrozo y hasta mato. Y me defino como tolerante al tiempo que pido quemar iglesias y fusilar a los cristianos. Y me catalogo de feminista exclamando que la mujer ni se depile ni se maquille mientras me pongo silenciosamente el burka en cuanto se presenta la ocasión. O nada digo cuando el presidente turco discrimina y menosprecia a la presidenta de la Comisión Europea mandándola al sofá. Y te llamo xenófobo porque criticas los comportamientos de algunos en las carrozas del orgullo gay y guardo silencio cuando ahorcan a un homosexual, por tan solo el hecho de serlo, en el país vecino.  

Y si se permite la llegada de extranjeros a los aeropuertos en vuelos regulares para visitar ciudades, la culpa no es del gobierno, es de los dirigentes de las comunidades que no cortan las calles.

Y si dicen de vacunar…, bueno de esto mejor no hablar. Bastante confundidos y nerviosos estamos ya. 

Y el que se declara adalid de la igualdad vive en el lujo y se baña en dinero. Y el que quiere acabar con las libertades dice que lucha por la democracia. Y los separatistas son los tolerantes y los no separatistas los intransigentes. Y el que quiere romper España y quema la bandera nacional declara ser un patriota. Mientras que el que despliega la bandera roja, amarilla y roja, es un nazi. Y ahora los buenos son los de ETA y los malos los familiares de los muertos y heridos. Y el que insulta dice que es insultado. Y el que manipula manifiesta que es justo y cabal… Y el que expone ser pacifista emplea cada vez que habla más palabras llenas de belicismo y de terror… Y la democracia está quedando en un simple mentir, engañar y liar a la gente para ganar votos… Y uno acaba loco… Y cuando tú y yo acabemos locos y llenos de rencor, lo mismo no nos soportamos más y nos liamos a garrotazos hundidos en la tierra, como dibujo Goya, porque ya no hay sitio para los dos aquí.

¿Que esto no es creíble? Tampoco nadie podía creer que iba a venir un virus e iba a joderle la vida al mundo entero… Y ya lo veis, nos la ha jodido y bien jodida. Y por mucho tiempo.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario