sábado, 19 de octubre de 2024

ENCUENTRO ESPIRITUAL CON SANTA TERESA DE JESÚS

De bien nacidos es ser agradecidos, nos dice el viejo refranero, y yo quiero serlo.

Este verano, en una de las muchas visitas que suelo hacer a la villa cercana de Sabiote, me encontré con Francisco, un miembro del Coro San Marcos. Hablamos y me propuso hacer algo para conmemorar el día de Santa Teresa de Jesús y el de San Juan de la Cruz. 

 

Bien es cierto que ellos han venido interpretando las canciones de los poemas más destacados de los dos santos místicos, complementadas con un texto monocorde generalista, pero querían algo propio y personal, algo que tuviera que ver directamente con su pueblo, que cuenta con la creencia popular tanto de la presencia en él de la madre Teresa de Jesús y como con la documentada del padre Juan de la Cruz. 

 

Me ilusionó la propuesta y comencé a estudiarla y escribirla. Y tras varias semanas concluí la primera parte del proyecto, que titulé Encuentros espirituales, en el que tres personajes vestidos con trajes de época (el alcaide de la villa en aquellos tiempos, don Luis de Teruel, fray juan de la Cruz y la misma Santa Teresa), comentan los quehaceres, vida, obra y muerte, de la mística reformadora de la Orden del Carmelo, intercalándose los textos con canciones basadas en poemas de la santa, que serían interpretadas por el magnífico coro San Marcos. 

 

Concluidos los ensayos, en los que interveníamos Joaquín Rafael, el párroco de Sabiote, Tere y yo, así como el coro, se presentó el encuentro en la Iglesia de Santa María, capilla del antiguo convento de carmelitas descalzas, repleta de público, iluminada por el equipo de Antonio Moral, a las diez de la noche del día 14 de octubre, lunes, con un gran éxito. 

 

Los tres personajes relataron la vida de la madre Teresa de Jesús, desde su nacimiento en Ávila, 1515, hasta su muerte en Alba de Tormes, 1582, así como su relación con Sabiote y su intención de fundar convento aquí, realidad que tuvo lugar, finalmente, en 1585, tres años después de su muerte.  

 

El coro San Marcos, todos elegantemente vestidos de negro, supo poner en cada nota musical arte y elegancia, entrega total y amor sentido. 

 

La parroquia también puso todo de su parte y el Ayuntamiento no escatimó en responder a cuantas solicitudes presentamos para llevar el encuentro espiritual a cabo.

Pero como suele pasar en este pueblo amigo, vecino de Úbeda, lo mejor fue el público, que llenó el espacio en una noche de lluvia invernal, regalándonos un aplauso final inolvidable y obsequiándome con un recuerdo enmarcado que me emocionó por inesperado e inmerecido. 

 

Pues aquí, si alguien debía agradecer algo era yo, puesto que componer este trabajo me ha dado fuerzas para seguir caminando, me ha llenado de ilusión y me ha ofrecido la oportunidad de pisar de nuevo un escenario para dejar en los corazones un mensaje de paz, misticismo y vida.

 

Y ahí no acabó todo, porque fue terminar y obsequiar a todos los presentes con todo tipo de pasteles y vinos dulces hechos por ellos mismo, que tomamos en el claustro del que fue convento carmelita entre comentarios amables, enhorabuenas y abrazos de consideración que hacen a uno sentirse feliz y agradecer a la vida estos momentos que aún, ya en mi recta final, me sigue concediendo. 

 

Ahora ya ando en la tarea de escribir el encuentro espiritual con San Juan de la Cruz para representarse por los mismos personajes y coro en la próxima noche del 13 de diciembre. Una nueva ilusión y un nuevo sentimiento de gratitud que quiero expresar desde mi blog, ya que pocos medios, por no decir ninguno, se hacen eco de actos tan sencillos, espirituales y sin política alguna como este ya realizado.

 

Gracias, amigos de Sabiote, de todo corazón.  

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario