miércoles, 12 de septiembre de 2018

JUSTAS POÉTICAS EN BAEZA


Las Justas Poéticas tuvieron su máximo apogeo en el Siglo de Oro.

Se trataba, al fin y al cabo, de un certamen poético, con sus bases presentadas en cartel, referido a algún tema en concreto, indicando modo de versificar, y con el fin de celebrar o conmemorar algún acontecimiento religioso o social.

Los premios eran curiosos, desde ligas de tafetán con puntillas de plata o de seda de color, a un par de lienzos de Holanda, par de guantes de Calambuco, sortija de oro, o un cuadro de un santo…

Solían celebrarse en el interior de las iglesias, en patios o plazas. Los poemas se remitían por duplicado, uno sin firmar y el otro firmado y lacrado que se guardaba sin abrir.

Solían participar muchísimos poetas. Téngase en cuenta que a todos los estudiantes de cierto nivel se les exigía el estudio y conocimiento de la métrica y dominar el lenguaje poético. Además, el ganar daba cierta fama y prestigio. Se seleccionaban los mejores y se leían públicamente. Al público, que no disponía de muchas eventos para divertirse, le encantaban estos actos. Había un jurado que, en primer lugar, hacía una amplia selección y concedía los premios, aunque, como suele suceder también ahora, no siempre era justo, dejándose llevar a veces por la influencia del personaje que presentaba su composición, y más si éste era de la nobleza, de la alta sociedad, o estaba entre los considerados de gran fama.

Grandes poetas de la época tomaron parte en las Justas Poéticas, tales como Lope de Vega, Calderón, Góngora o Cervantes… También participaban mujeres, algunas de ellas monjas. Sabemos, por ejemplo, que, según datos de doña Mª Carmen Marín Piña, en las Justas celebradas en Huesca, de los 127 que participaron, 21 eran mujeres. No obstante hay que reconocer que, por lo general, su participación era ocasional. Como también era ocasional la participación de muchos de los varones, dejando, unas y otros, composiciones pobres en calidad.

Los espacios donde tenían lugar solían adornarse lujosamente. El acto era público y asistían las autoridades religiosas y civiles. Había también un jurado cuya misión consistía, sobre todo, en dar a conocer quiénes eran los diferentes ganadores.  

Las Justas de mayor categoría contaban también con música. Se tocaba y cantaba al comienzo, entre recitación y recitación, mientras el jurado deliberaba y al final del acto.

Por último, diremos que era muy corriente que los poemas premiados, así como los que se consideraban mejores, junto a los que se leían fuera de concurso, quedasen publicados.

Hoy, aunque los certámenes literarios siguen convocándose en número considerable, las Jutas Poéticas como tales, apenas se dan. Sin embargo, con motivo de estar celebrándose el IV Centenario del Voto a la Inmaculada que la Universidad de Baeza promulgó solemnemente el 14 de enero de 1618, recogido todo por escrito por el insigne Antonio Calderón, catedrático de Artes de dicha Universidad y uno de los siete miembros del jurado, va a tener lugar, el domingo, 16 de septiembre, en el patio de la antigua Universidad, debidamente engalanado, organizado por la Cofradía de las Escuelas, un acto semejante para conmemorar también aquellas Justas relacionadas con los festejos inmaculistas que, aunque se habían convocado para la festividad de la Inmaculada de 1617, tuvieron lugar pasada la festividad de los Reyes, es decir, en enero de 1618.

Acto que, como aquel, contará con la participación de poetas, mantenedor, jurado, actuación musical y asistencia de autoridades y público en general. Todo un evento que nos trasladará al pasado para seguir haciendo fututo. Un futuro mejor, más lleno de arte, poesía, música y convivencia.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario