lunes, 15 de abril de 2024

EL ARTE

La que nos espera. En España se vienen publicando alrededor de 80.000 libros por año, lo que quiere decir que hay demasiados escritores.

 

Bien es cierto que dentro de este número de libros los hay buenos, regulares, malos y malísimos. Y hay tantos porque son también muchas las editoriales que los publican. Las más reconocidas suelen hacerlo a los autores consagrados y las más desconocidas a autores que apenas se sabe de su existencia. Pero todas ellas se mueven por intereses comerciales, sociales o políticos y no por calidad. 

 

A ellas lo que les interesa realmente es que alguien se adapte a sus intereses y escriba a su dictado, o lo escriba otro en su nombre en caso de que no haya tiempo suficiente, porque llegada la fecha se necesita sacar libro, ya que se cuenta con una cadena de distribución a la que hay que servir para llegar a sus librerías que a su vez ya los venderá de alguna manera. Así todos comen.

Lo de menos es la calidad de la obra. Pero es que, además, ¿quién en una editorial comercial está hoy capacitado para decir si una obra tiene realmente calidad o no? Pongamos el ejemplo de la poesía. Donde todo vale. Yo he tenido en mis manos poemarios de importantes editoriales a un alto precio catalogados de extraordinarios que me han dejado frío y con la cabeza caliente porque todavía no sé de qué va la cosa. Y otros, de editoriales humildes o incluso autopublicados, considerados de poco valor cuando son bellísimos en la forma y en el fondo, llenos de sentimientos, emociones y elegancia…, y además originalísimos.

 

Se publican 80.000 libros anualmente, y no me parece mal porque eso siempre es mejor que andar en el desierto de la desidia y la pereza. Pero eso no me hace creer que todos los autores sean verdaderos artistas. Como no son artistas tampoco todos los que buscan crear arte en cualesquiera manifestaciones. Miles y miles, millones en el mundo. Porque es que hoy todos esculpimos, actuamos, cantamos, componemos…, escribimos… Pero artistas, ¿quiénes? Muy pocos, porque pintar, podemos pintar aunque sean cuatro manchas, o hacer una escultura aunque sea una masa informe, o cantar aunque sea haciendo gárgaras, o actuar aunque sea disfrazándose de carnaval, y componer aunque sean tres notas al piano, y escribir aunque sean las historietas que nos contó el abuelo…, eso lo hace hoy en día cualquiera…, lo que no puede hacer cualquiera es ARTE, con mayúsculas, porque el arte es otra cosa, es un algo que se lleva dentro, un duende, un misterio, una esencia… que hace que solo al mirar la obra nos conmueva, nos pellizque el alma y nos conquiste.

 

Lo que nos espera, decía al comienzo, porque a todo lo dicho, en el día de hoy, hay que añadir además eso de la inteligencia artificial que se nos ha venido encima como un vendaval imparable. Ahora sí que es verdad que cualquiera va a poder escribir un libro o componer una canción o pintar un cuadro… Bastará con darle al invento cuatro datos y decir que nos lo haga… y hecho. Y se publicarán, no ya ochenta mil libros al año, sino al mes. Y todos felices y todos los autores orgullosos, llenos de vanidad por las geniales obras realizadas. Y lo peor de todo será que, en caso de que en este barrizal apareciera una obra de calidad, cualquiera va a saber si el autor es un ser vivo o un extraño amasijo de chips y cables. Una monstruosidad. Vamos, como para temblar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario