lunes, 18 de marzo de 2019

OTRA OBRA SIN ARTE CONTRA EL CRISTIANISMO

Ya cansa. Ya agota tanta irrespetuosidad y tanta irreverencia dirigidas contra la fe cristiana. Ya es vomitivo tanto odio y tanta persecución escondidos bajo el manto de la libertad de expresión. Ya fatiga que cualquier mediocre o pésimo artista para hacerse notar tenga que hacerlo a base de burlarse de las creencias de los seguidores de Jesús de Nazaret.

Siempre he considerado que ante estos ataques lo mejor es no responder. Porque salir al paso y entrar al trapo es tomar parte del juego y hacerles publicidad gratuita. Pero todo tiene un límite y la conciencia obliga.

Y ya no saben lo que hacer. Todo es mostrar con perversidad y desprecio los errores cometidos a lo largo de la Historia, no pocas veces sacándolos de contexto o juzgando con mentalidad presente mentalidades de siglos pasados. Todo es denigrar a personas y comportamientos a base de insultos. Todo es desprestigiar así sean excelentes los frutos cosechados.

Y como no pasa nada, como saben que los cristianos no respondemos a las bofetadas con bofetadas y que tenemos que perdonar no una sino setenta veces siete, pues ancha es Castilla.

Y ahora viene un grupo de teatro del malo, tan malo que son incapaces de llenar media sala con teatro del bueno, y que, para tener algo de éxito y les den subvenciones, que es lo importante, lo único que pueden hacer es aparecer, en una obra que han titulado “Dios tiene vagina”, completamente desnudos y enseñar, aparte de la celulitis, sus pubis velludos para así atraer a los calenturientos y lascivos al local, que asisten enmascarando su morbosa lujuria bajo el antifaz de que lo que ven es arte. ¿Arte? ¡Qué arte!, pornografía pura y dura disfrazada de escenificación.

Pero como saben que ni por esas se llena la sala, y puede cerrárseles alguna puerta subvencionadora con la que seguir viviendo como ricos haciendo que son pobres, a la desnudez cochambrosa les añaden lo de siempre, el ultraje y el escarnio de lo que para muchos es sagrado y trascendente. Y, hale, a ridiculizar la Semana Santa y todo lo que ello representa.

Y tras poco pensar, deciden vestirse solo las cabezas con capirotes y costales, para que de paso no se les vean huecas, y saltar una y otra vez sobre las tablas para que se les muevan y reboten las ubres, los pizarrines y los cataplines…, y así, como en la película “Malditos bastardos”, de Tarantino, hacer rugir y caer las babas de los espectadores tal y como lo hacían los nazis junto a Hitler en la sala del cine francés de Emanuelle Mimieux, viendo el filme que el miserable Goebbels proyectaba y en la que se veía a decenas de muertos abatidos a manos del francotirador alemán Fredrikc Zoller apostado en un campanario italiano.

Ya cansáis, señoras y señores del arte que no es arte y chupones del dinero que es de todos y ha sido generado a base de mucho sacrificio, esfuerzo y sudor. Ya cansáis con tanta ofensa, falta de respeto y desconsideración. Ya cansáis con tanto destruir por destruir, con tanta siembra de animadversión y rencor, con tanta manipulación de la Historia, con tanto buscar el enfrentamiento, con tanta depravación, con tanta cara dura… Con tanto ataque al cristianismo.

Y sí, lo sabemos. Ya sabemos que Dios tiene vagina, tal y como no paráis de hacérnoslo saber. Lo mismo que vuestras madres tienen pene, porque de lo contrario no hubieran engendrado tales engendros. 

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