
Un cartel, en definitiva, el de Antonio, para anunciar el
Carnaval 2015. Esta fiesta de la sinceridad, porque, como siempre digo, en ella
las personas que participan son quienes quieren ser. Y es que, aunque parezca
lo contrario, a lo largo de esos días no se ponen el disfraz, más bien –valientes–,
se lo quitan para ser quienes son, y desde la comparsa, la chirigota, la
diversión, desinhibidos, lejos del corsé que la sociedad impone, mostrarse
verdaderos, auténticos y expresar lo que sienten.
Y para terminar, permítanme que yo les dedique a modo de
homenaje a todos los carnavaleros de ayer y de hoy, entre los que estuvieron,
en los años antiguos, familiares míos y de una manera destacada mi abuelo
materno, estos sencillos versos como si ellos mismos los dijeran:
Si
quieres saber quién soy,
el que soy en realidad
y no el que tú
crees que soy
cuando
llevo el antifaz
que
me pongo cada día
desde
el duro despertar
hasta
que vuelvo a acostarme,
ven al sol del
carnaval,
ven a mi
pueblo estos días
y lo vas a
averiguar.
De todos los
disfrazados,
ocultos en su danzar,
yo soy, fíjense
qué gracia,
el que no
lleva disfraz.
Porque
entonces me lo quito,
desnudo mi
falsedad,
para ser quien
quiero ser
y así poder disfrutar.
Y es que en
las fiestas dichosas
del sincero
don Carnal,
somos, sin más,
quienes somos.
Lo que somos
de verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario