Estamos llegando en este mundo a lo esperpéntico. Ahora
resulta que un presunto artista va de misa en misa acercándose a comulgar en la
mano hasta juntar, de una en una, la cantidad tan suficiente de Sagradas Formas
como para escribir en el suelo de una presunta exposición, y de una manera
gigantesca, la palabra “PEDERASTIA”. Y ante la correspondiente denuncia
presentada, un juez más que presunto archiva la causa diciendo que no hay
delito
contra los sentimientos religiosos y de odio, ni graves ofensas contra la fe
cristiana y libertad religiosa, y para justificarlo, el
elemento judicial expone en su auto que la palabra “pederastia” se escribió con
“objetos
blancos y redondos de pequeñas proporciones”. ¡Qué inteligencia
preclara! Felicidades, señoría. Y nada más enterarse de la decisión del juez va
el amigo presunto artista y escribe esto en las redes sociales: “¡No nos calla
ni Dios!” Genial. Eso sí que es rizar el rizo.
Lo mismo que pasa aquí cerca, en Úbeda, con una cooperativa en la que
faltan algo así como veinticinco, treinta o cuarenta millones de euros, vamos,
que ni se sabe, porque cada vez si dice una cantidad distinta. Y cuya solución
para recuperar el dinero perdido de los socios consiste, prácticamente, en que
ellos mismos lo pongan, y el que no lo ponga se le denuncia. Es algo así como
el panadero a quien le llevan sacos de harina para que haga un pan y resulta
que cuando le piden cuentas va y dice que si quieren pan que les traigan trigo,
y no ya a sacos sino a carros. Y además por narices, porque si encima se niegan
a llevárselo, los amenaza con denunciarlos al juzgado. El colmo. ¿No tendría
que ser al revés, que quien tendría que ir primero al juzgado es él por haber
metido las manos en la masa y habérsela comido? Esto sí que es también rizar el
rizo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario