lunes, 6 de marzo de 2023

DE LAS CALLES A ANTONIO Y MARCELO, CON EXPOSICIÓN ABIERTA A LA CORPORACIÓN MUNICIPAL

El pasado mes de mayo, la Comisión de Cultura del Excelentísimo Ayuntamiento de Úbeda, apremiada por centenares de firmas recogidas por una plataforma popular, aprobó poner el nombre de Antonio Espadas a un futuro pequeño parque en la parte trasera de las calles Rafael Carrasco y Manuel Orcera, y el nombre de Marcelo Góngora a una esquina confluencia entre la avenida Cristo Rey y la calle 28 de febrero.

Dos ilustres personajes de Úbeda reconocidos, dos pintores excepcionales, dos artistas cercanos y admirables, dos grandes hombres… Y dos espacios para ellos: un recóndito solar para parque por construir y un trivial enlace de paso entre una avenida y una vieja carretera.  

 

Otros muchos, sin embargo, que han aportado bastante menos a nuestra historia y sociedad, han sido merecedores a lo largo de los años de calles, plazas y rincones más relevantes. 

 

Pero como las comparaciones son odiosas, y hay que respetar los hechos con que la historia nos va forjando, no diré nombres, ni expondré méritos de unos y otros, pero sí diré que nuestros munícipes, que tienen una gran responsabilidad ocupando los cargos porque nos representan a todos, no deben actuar jamás desde los personalismos, el sectarismo ideológico, el ciego interés político, el individualismo miope de si este me cae mejor o peor que aquel…, sino desde la altura de miras, la grandeza de nobles ediles y el justo proceder. 

 

Y al recibir la noticia sentí tristeza. Y así lo hice público en su día. Después, advirtiendo que casi nadie más se quejaba, ni los familiares siquiera, guardé silencio, quedándome, como diría Bécquer, con mi dolor a solas. 

 

Ahora, viendo que de nuevo se han levantado voces del pueblo considerando los espacios asignados como impropios, inadecuados e incluso ridículos, destacando a la misma mujer de Marcelo que pide con insistencia se cambie el espacio concedido a su esposo, destapo mi dolor y me uno a ella y a quienes como ella desean un lugar más adecuado para nuestro mejor artista del realismo mágico.  

 

El parque asignado a Antonio Espadas no es lo que a mí me hubiera gustado para él. Puede, aunque los mismos habitantes del barrio andan mostrando su disconformidad, que, tras su finalización, quede aceptable, contando con una travesía bien asfaltada, zona de adultos y pequeños, y, de seguro, con farolas, árboles, bancos y flores. Si la familia de Antonio no pone ningún impedimento…, entonces, nada más tengo que decir al respecto.

 

Pero sí quiero, para finalizar, aprovechar el momento para exponer, con todos los respetos, a nuestra Corporación Municipal que, si bien ha hecho y hace cosas importantes por y para Úbeda, convirtiéndola en más grande y asombrosa, no ha estado, en mi opinión, muy acertada a la hora de asignar a Espadas y Góngora estos emplazamientos indicados, por ser poco significativos. Y menos aún el referido a Marcelo, por lo que, al expresar Salomé, la propia esposa, su descontento, debería atenderse su solicitud de cambio, asignándole al artista un espacio con más enjundia y relevancia, más acorde con lo que representa, que es lo que se le debe asignar y conceder a quienes se les quiere rendir verdadero homenaje póstumo para que su recuerdo permanezca en la memoria colectiva del pueblo.

 

Y, como ya escribí en otra ocasión, ojalá pueda verlo. Ojalá pueda cruzar algún día por esos lugares significativos y emocionarme al ver sus nombres impresos en los rótulos, mientras les digo desde el corazón que me alegro, por ellos, pero ahora también por nuestros ediles que supieron rectificar con humildad, triunfando una vez más la grandeza generosa sobre la racanería, haciendo con ello que alumbre con más esplendor dorado nuestra ciudad inmortal. 

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