En
un viejo libro, manuscrito, dedicado al estudio de los Magos que vieron una
estrella que los llevó a la presencia del Niño Jesús, se relata como antecedente
la historia de un sabio que dos siglos antes de Cristo también supo de una
estrella. Este sabio, cuyo nombre se desconoce, dejó escrito en un raro
pergamino lo siguiente:
Cada comienzo de año miro hacia atrás y me
siento cansado.
Cansado de dar la mano y recibir rechazos.
Cansado de abrazar y recibir cuchilladas.
Cansado de ser honrado y recibir
calumnias.
Cansado de ofrecer sacrificios y recibir
indiferencias.
Cansado de ser bueno y recibir maldades.
Cansado de regalar entregas y recibir desprecios.
Cansado de perdonar y recibir condenas.
Cansado de llamar y recibir silencios.
Cansado de llenar alforjas y recibir
vacíos.
Cansado de ser justo y recibir
injusticias.
Cansado de ser leal y recibir traiciones.
Cansado de ser amable y recibir descortesías.
Cansado de buscar paz y recibir guerras.
Cansado de acariciar y recibir mordiscos.
Cansado de evocar vivencias y recibir
olvidos...
Cansado, en definitiva, de a más trigo que
siembro más cizaña aparece.
Entonces me digo: voy a cambiar, voy a actuar
de otra forma, voy a dejar de ser el que soy.
Mas cruza en ese instante una estrella por
el cielo. Una estrella que solamente yo veo, como si fuera sólo mía, que me viene
marcando desde la cuna y, una y otra vez, me hace recibir el mismo pago.
Y nada puedo hacer. Pues aunque diga de
cambiar por el cansancio, pronto el cansancio se me pasa.
Y es que mi estrella es más fuerte que yo mismo.
Este
viejo libro, porque así aparece en la portada, lleva por título: “Historia de
unos Magos que llegaron de Oriente guiados por una estrella”. ¿Su autor? Bajo
dicho título aparece su nombre, pero está borrado, como si una mano misteriosa
lo hubiera hecho desaparecer.
Ante
esto, muchos creen que tanto el sabio del pergamino como el autor del libro
fueron hijos de una misma estrella: “la
estrella de los excluidos”. Otros, sin embargo, dicen que son herederos de “la estrella de los elegidos”.
Usted
decide.
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