Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pablo
Neruda
Hoy yo puedo
escribir los versos más alegres,
porque mi Juan David, mi pequeño
más grande,
mi enano de aventuras
imposibles,
mi rebelde arquitecto de
bondades,
el que nunca creció
en las claras pupilas de su
madre,
el defensor de leyes,
el servicial amigo, el noble
responsable…,
se encontró sin buscarlo,
a la vuelta de un sueño de
alturas verticales,
a una niña mujer
con ojos del color del mar hecho
diamante,
con voz de las sirenas que habitan
en los bosques
y sonrisa constante,
Inés, la mariposa de la brisa,
la estrella azul que alumbra por
el aire,
la profesora honesta y
entregada,
la psicopedagoga de manos
maternales…
Hoy yo puedo escribir los versos
más alegres,
porque mi Juan David e Inés
Concepción, su ángel,
han decidido unirse en el amor,
a la luz de Dios Padre,
bendecidos por Él en boda
luminosa,
aquí, en esta Córdoba donde el
embrujo es arte,
y ser los dos un solo corazón
latiendo por los siglos en
sábanas de encaje:
Paraíso infinito donde poder
gozar
de una luna de miel inacabable.
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