Más de quinientos millones en Andorra, según la policía,
tienen los Pujol. Más de 1.800 millones mediante otros vínculos. Al final, calculan
que el montante último entre operaciones, propiedades y paraísos fiscales
alcanza los 3.000 millones de euros.
¡¡¡Tres mil millones de euros!!!
¡¡¡Quinientos mil millones de pesetas!!! QUINIENTOS MILLONES POR MIL VECES. Tendrán
poca vergüenza. Así decía yo que algo estaba pasando cuando ya no llego ni a
fin de mes. Así decía yo que algo fallaba cada vez que veía a pobres familias
mendigando. Algunas buscando en los contenedores. Así decía yo que algo ocurría
cada vez que veía a centenares de miles de jóvenes preparadísimos emigrando a
otros países. ¡Tendrán poca vergüenza!
Pero pongo la mano en el fuego,
mejor, pongo las dos manos y el corazón, a que iguales cantidades y por el
mismo negocio del hurto, la manipulación, la extorsión, las amenazas, las
subvenciones, los chanchullos y la cara más dura que el cemento, tienen otros
muchos señores gobernantes y de la alta sociedad. Todos apoyados entre ellos,
todos unidos como los tres mosquesanguijuelas, todos chupando de los pezones de
la vaca del desorden interesado, las divisiones, las tiranteces y las
ideologías políticas.
¡Qué poca vergüenza! Qué poca
vergüenza también los poderes del estado. Todos. El gobierno y los gobiernos
autonómicos, los diputados serviles y aborregados, los senadores vestidos con
las túnicas de sosiegos, los jueces y fiscales… que nada o muy poco hacen. Y a los
que pretenden hacer se les hace la vida imposible. Y es que en el fondo, más o
menos, de alguna manera, casi todos andan pringados. “Amigo
Lázaro, engañado me has, porque te has comido las uvas de tres en tres. ¿Qué cómo
lo sé si soy ciego? Pues en que yo las comía de dos en dos y callabas.”
Mentira que es.
Ahora, los Pujol andan escondidos
en distintas mansiones de lujo situadas en los Pirineos. Sólo hay que esperar a
que pase la tormenta. Que será rápida. Después, todo quedará olvidado. Vendrán
en cualquier caso algunos abogados puestos de acuerdo a envolver el pastel en
papel de aluminio y todos tan contentos. La cosa no era para tanto. Se nos
dirá. Y yo tendré que escribir un nuevo artículo en este blog pidiendo perdón.
Y al tiempo, por si queda algún entristecido, para alegrarlo, la economía, se
nos informará, está mejorando. Ya en lugar de seis millones de parados, hay
sólo cinco millones novecientos noventa mil. No está mal. Y a todo esto, como
un sorbo de esperanza, el Madrid y el Barça camino de ganar alguno de los dos
la Champions League y la Selección Nacional de Baloncesto la copa del mundo. Y
nada, al bar para celebrarlo. Pero cuidado, ya sabes, si bebes no conduzcas,
nada de enfados, nada de insultos, nada de revoluciones…, porque si se te sales
lo más mínimo de la raya marcada se te cae el pelo. Que tú eres un mindundi,
amigo. ¡Qué poca vergüenza!
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