Mi amigo Antonio Espadas Salido presenta en la Sala Pintor
Elbo del Hospital de Santiago una exposición de pintura, bajo el título “Los
paisajes del alma”, que fue inaugurada el pasado 12 de junio y permanecerá abierta
hasta el próximo 7 de julio.
Son setenta cuadros brotados del pincel de un hombre
excepcional, modelo de persona y ejemplo de entrega. Antonio tiene el don de la
bondad y la sabiduría, y lleva en la sangre el ARTE con mayúsculas. Antonio
escribe, actúa, hace magia, crea humor, esculpe, dibuja, ilustra… y pinta.
Y al pintar transmite la esencia de sí mismo, de ahí que sus cuadros tengan el misterio de la belleza, estén llenos de luz, estallen en colores armónicos y transmitan el sentimiento limpio que fluye de su hondura.
Y al pintar transmite la esencia de sí mismo, de ahí que sus cuadros tengan el misterio de la belleza, estén llenos de luz, estallen en colores armónicos y transmitan el sentimiento limpio que fluye de su hondura.
Cada obra, cada paisaje, cada figuración es un canto a la
armonía, la delicadeza y la elegancia, pero sobre todo es una carta de Amor a
Úbeda, su Úbeda querida, su Úbeda sagrada. Y esta es, en el fondo, la clave de
su éxito: el que las pinceladas que Antonio da sobre el lienzo no las da con el
pincel ni la espátula, sino con los labios del corazón, como quien besa a una diosa a la que
no sola adora, admira y respeta, sino ama con locura.
Nadie ha pintado a Úbeda más que Antonio. Él es, por
antonomasia, su más grande amante pintor, hasta el punto de que entre al
artista y la dama se ha ido forjando a lo largo de los años una simbiosis que
nadie podrá superar en el tiempo. Antonio la mira, y Úbeda se deja mirar.
Antonio la embellece, y ella se deja embellecer. Antonio la abraza, y ella se
deja abrazar. Antonio la asciende a los altares, y ella lo asciende a él
dándole ánimos, ilusión y vida, larga vida.
De ahí que nuestro artista, pese a tener 86 años, siga
adelante, continúe creando, concibiendo, admirando a su Ciudad, grabándola en
su interior donde soñarla para después plasmarla en la tela blanca de la
infinitud y mostrárnosla, no ya como es en realidad, sino como Antonio la ve,
como Antonio la siente, como Antonio la vive.
Y esto es lo que nos cala al contemplar sus cuadros, esto es
lo que nos llena y admira, esto es lo que nos impresiona. Es por ello que, como
genio que es, Antonio Espadas haya titulado a su obra: “Los paisajes del alma”,
porque lo que nos da y nos regala no son los paisajes de Úbeda, sino, en
definitiva, sus propios paisajes, en los que hay grandeza espiritual, claridad
sublime, vida eterna… De ahí que incluso sus nocturnos, tan maravillosos,
tengan la luminosidad, el fulgor y la lumbre capaz de incendiarnos las pupilas
y ardernos el corazón hasta abrasarnos.
Gracias, querido amigo, por darnos tanto. Enhorabuena.
Recordado Ramón, poeta y más
ResponderEliminarRamón, recuerdo a tu tío, y a los artistas de Ubeda.
Ubeda Ubdadza,
Antonio Martínez de Ubeda
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Recuerdo tu altura de amistad y altruismo de mecenas.